Los criterios técnico-sanitarios de la calidad del AGUA DE CONSUMO, regulados durante 20 años por el Real Decreto Real Decreto 140/2003, para permitir un suministro desde las masas de agua hasta el grifo del usuario y el control de su distribución, asi como garantizar y mejorar su acceso, disponibilidad, salubridad y limpieza, con el fin de proteger la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación, se modificó sustancialmente por Real Decreto 314/2016 y el Real Decreto 902/2018. 

Ayer 12 de enero, entró en vigor el Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro basándose en la Directiva (UE) 2020/2184.  La nueva norma aplica mejoras en la lista de valores paramétricos a la aplicación del método basado en factores de riesgo que cubra toda la cadena de suministro (captación, extracción, tratamiento, almacenamiento y distribución hasta el punto de entrega al consumidor) y se incluyen mecanismos para control de compuestos emergentes. Para asegurar la calidad del agua se discretizan como controles, el Protocolo de Autocontrol, la Vigilancia Municipal, el Control en Edificios prioritarios, la Vigilancia sanitaria y la Vigilancia en las zonas de captación. Se incluye modificación del RDPH, disposición final, para la determinación de perímetros de protección.

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